viernes, 23 de enero de 2015

CARTA ABIERTA A PADRES Y EDUCADORES

Mamá también llora. Carta abierta a padres y educadores.

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- Mamá, ¿Qué te pasa? ¿Estás llorando?
- No, cariño, es que se me ha metido una motita de polvo en el ojo…
Vivimos en un mundo en el que, ser los primeros, es lo más importante. Examinan a nuestros hijos continuamente y ellos sólo buscan el sobresaliente. Se les prepara para afrontar el éxito, para celebrar los triunfos. Se les repite hasta la saciedad: “No llores. Tienes que ser fuerte. ¡Eres el mejor!”
Hace unos días, me echaba las manos a la cabeza cuando una amiga me comentaba que en el colegio de su hijo hacían olimpiadas de matemáticas con cronómetro en mano y frente a un tribunal; olimpiadas de ciencias, olimpiadas de deletrear y todo ello con niños de apenas 7-8 años. ¿Pero estamos locos o qué?
Por supuesto, el único ganador era el primero…los 25 niños restantes de la clase se veían como perdedores.
¿Qué está pasando? Invertimos años en preparar a nuestros hijos para el éxito y no nos damos cuenta que la vida está llena fracasos, de decepciones, de pequeños y de grandes obstáculos, de momentos de tristeza, de duelo, de soledad. ¿Y eso es signo de debilidad de la especie humana? No; es la vida.
¿De verdad pensáis que los niños de hoy en día están preparados para afrontar dificultades?¿Es casualidad que pediatras, psicólogos y psiquiatras infantiles cada vez tengamos más casos de depresión infantil y de ansiedad? ¿En qué cabeza cabe que un niño de 9 años se le diagnostique de Depresión o de Trastorno de Ansiedad Generalizada teniéndolo todo, supuestamente, a su alcance? Es evidente que algo no estamos haciendo bien.
Con perdón, me importa un pimiento que mi hijo sea el más rápido en cálculo mental. Lo que no consiento es que se venga abajo por ser el segundo, el tercero o incluso, porque no haya sido seleccionado entre los 10 primeros.
Lo que de verdad me importa, lo que me quita el sueño, en lo que invierto toda mi energía y esfuerzo, es en desarrollar su inteligencia emocional.
Lucho por que sea generoso, porque la empatía sea su  punto fuerte. Me desvivo porque muestre sus emociones, porque me hable de sus debilidades, porque él mismo, encuentre soluciones a sus problemas. Peleo a diario por hacer de ellos personas autosuficientes emocionalmente. No pasa nada por no ser el primero de clase si te has esforzado al máximo.
Premio el esfuerzo, la entrega, la generosidad, la lealtad, la lucha y la solidaridad. Esos son los valores vitales, los valores de vida.
¿Quién les prepara para el fracaso, para la decepción, para el desengaño? ¿Lo habéis pensado alguna vez?
La sociedad recibe con los brazos abiertos a los triunfadores, les prepara para los aplausos.Yo prefiero preparar a mis hijos para las dificultades; fortalecer su autoestima, su capacidad resolutiva, su positivismo, su espíritu de lucha. ¿Por qué valoramos tanto el éxito? Porque antes hemos pasado por un camino más o menos angosto de lucha ¿o no?
No somos máquinas. Nosotros, los padres, no lo somos, lo sabéis muy bien. No pretendas entonces que tu hijo lo sea.
No quiero que mis hijos piensen que su madre es una superwoman, siempre preparada, siempre lista para todo, siempre cantarina y perfecta. ¿Ese es el ejemplo que quiero que sigan? Y si con el paso de los años van encontrando dificultades a lo largo de sus vidas ¿Qué pensarán? “Yo no he sido capaz… Mamá se decepcionaría…No puedo mostrar debilidad. Mi madre siempre ha sido tan fuerte”
Bueno, hijos- les he dicho a mis niños en alguna ocasión- Mamá no es perfecta. Mamá también se equivoca y cuando lo hace, rectifica y pide perdón. Mamá, como todo el mundo, llora cuando está triste. Esto que ves, no es una motita de polvo en el ojo; son lágrimas, cariño”
Quiero que mis hijos vean que su madre es de carne y hueso. Que no se avergüenza por llorar o por estar un poquito triste en circunstancias puntuales, que no se esconde.
Quiero que lo vivan como algo natural… porque cuando a ellos les ocurra se acordarán de mí y lo asumirán como normal. Aceptarán su estado de ánimo y sacarán la fuerza necesaria para superar todo lo que obstaculice el camino hacia su felicidad.
Los hijos no necesitan súper-padres, ni dioses; les da igual que su papá sea médico, abogado, camarero o que esté en el paro. Los hijos quieren un padre y una madre que estén a su lado, que jueguen con ellos, que les expliquen las cosas, que les cuenten historias…que hablen su mismo lenguaje. No quieren que les colmemos de regalos materiales; es mucho más sencillo: sólo quieren tiempo junto a nosotros.
Los niños deben vernos como seres humanos, no como superhéroes, para eso ya tienen las películas. Si te equivocas con tu hijo, no pasa nada, pídele perdón:“Perdona cariño, me he equivocado. ¿Me perdonas? ¿Empezamos de nuevo?”
¿Sabes lo que supone para un hijo que sea el padre o la madre el que le diga eso? No hay mejor ejemplo.
No le des tantas órdenes a tu hijo, no le llenes de reglas. Empieza tú. Elogia su buena conducta con besos, con abrazos, con mucho, mucho cariño. No le premies con excesivos juguetes. Si se ha equivocado, dale la oportunidad de rectificar “Yo también me equivoco, cielo. Vamos a intentarlo de nuevo”.
Enseña a tus hijos a disfrutar de los placeres sencillos, en ellos está la verdadera felicidad. Suelo jugar a mis hijos a un juego que les divierte mucho en la mesa. “Que suerte tengo..”- lo he llamado.
Empiezo yo: “Que suerte tengo que hoy no trabajo y estoy aquí con vosotros desayunando”.
Mi hijo: “Que suerte tengo que mamá hoy me viene a buscar al cole y no cogeré el autobús”.
Mi hija: “Que suerte tengo que me ha tocado la tostada más grande”… Siempre terminamos riéndonos a carcajadas.
Cuéntales historias. Historias reales, de tu trabajo, de tu día a día. Estimula su imaginación, su creatividad, su empatía… Emociónate con ellos. Comparte aquellos vídeos que veas por internet que te hayan llegado hondo. Explícaselos y responde a todas sus preguntas. ¡Te sorprenderás con lo que se les ocurre!
Anímales a que sean emprendedores. A que no tengan miedo a equivocarse, sino a no intentarlo. A rectificar si van por el camino equivocado. A levantarse ellos solos si se caen. A pedir perdón y a aceptarlo también. Contra la frustración: la perseverancia, la constancia.
Y recuerda que educar no es repetir siempre las mismas palabras; educar es enseñarles a soñar, a probar, a crear, a luchar y a creer en ellos mismos.

martes, 20 de enero de 2015

5 COSAS PELIGROSAS QUE DEBERÍAS DEJAR HACER A TUS HIJOS


Mientras las cosas que consideramos peligrosas para los niños van en aumento, disminuyen las oportunidades de que aprendan a manejarse en el mundo que les rodea. Y cuanto más se las negamos, más crecen sus ganas de probarlas. En lugar de adormecerles o tentarles, hay lecciones importantes que deben aprender. Sigue leyendo para saber qué cinco cosas peligrosas deberíamos dejarles hacer.


A Gever Tulley, fundador de la escuela Tinkering School, le interesa ayudar a los más pequeños a construir cosas, resolver problemas y emplear materiales viejos y nuevos para darles otros usos. Incluso, pone en mano de los niños herramientas eléctricas. Y es que en la escuela Tinkering School, utilizan  un contexto de ingeniería como metáfora para la vida: darles a los niños herramientas de verdad para resolver problemas de verdad  en un mundo real.  Y además, celebran cuando se equivocan.


Esto no solo les prepara para cultivar una mente crítica sino que son actividades divertidas para hacer en casa o en el exterior. Sigue leyendo para descubrir cuales son. Acuérdate siempre de utilizar tu sentido común, poner normas, reconocer sus virtudes y limitaciones y acompañarlo de tus buenos consejos.


Jugar con fuego

¿Sabías que la principal causa de incendios en el hogar son los niños? Sí y la razón principal es que aún no comprenden el peligro del fuego. Por eso es mejor que aprendan lo que es, cómo manejarlo y reconocer por qué puede ser tan peligroso. Cuales son los efectos del fuego, sus componentes, los sonidos que hace y los distintos tipos que existen son cosas importantes que podrás enseñar a los pequeños. Una buena idea es  llevarles a la estación de bomberos más próxima. ¿Quién mejor que los bomberos para ayudarte con los consejos? Dependiendo de su edad, responsabilidad y madurez emocional, y siempre bajo tu supervisión, otra opción es enseñarle por qué se enciende una cerilla. Aquí te lo explican en clave de niños.


Cuchillos y objetos cortantes

Ya sea un cuchillo o unas tijeras, manejarlas bien es imprescindible. Lecciones básicas incluyen estar a una altura suficiente para ver perfectamente lo que están cortando. Después está el cómo coger un cuchillo o unas tijeras y cómo sujetar aquello que van a cortar. Al principio, es mejor practicar con un cuchillo que no tenga filo como los de mantequilla. Bajo tu supervisión, anímales a cortar algo blando como un plátano. Aprovecha el tiempo del que dispones para cocinar para motivarles a practicar. Para saber más acerca de qué cuchillos pueden usar y las reglas básicas de su manejo, escrito especialmente para niños, lee aquí.

Tirar piedras

A los niños les encanta tirar piedras al río o lanzar objetos para ver hasta dónde llegan. Esta actividad les permite además empezar a entender las leyes básicas de la física, hacer ejercicio, prestar atención y concentrarse. Siempre bajo tu supervisión y poniendo las reglas que consideres oportunas (fijarse en que no hay nadie delante por ejemplo) , deja que se diviertan lanzando y tirando, usando una diana natural como un árbol o el agua. Además de jugar, estarán cultivando su percepción visual.

También podrás aprovechar un día en el campo o en el parque para enseñarles a cómo hacer rebotar una piedra en el río.


Desmontar cosas

Cuando tus hijos desmontan sus juguetes, no solo lo hacen por diversión. Sino porque están aprendiendo y usando su mente critica. ¿Para qué sirve esto? ¿Por qué tiene pilas? ¿Cómo funciona? Podrán empezar por los puzles, modelos o estructuras, aptas para su edad, para que experimenten con las leyes de la gravedad. Otras formas de jugar “rompiendo” incluyen escarbar en las macetas y esparcir la tierra, vaciar los cajones de la ropa o destripar un juguete para investigar su interior. Como apunta el psicoanalista Guillermo Kozameh, “cuando el niño rompe, desarma, o destripa un juguete o insecto, sus pulsiones de dominio y escópicas (tendencia a mirar), son sublimadas para investigar, curiosear, reorganizar e incorporar algo de lo que él ha fragmentado.”


Claro que hay que advertirles que si destripan un juguete o un objeto, puede que ya no funcione o no se pueda volver a armar. Una vez plenamente conscientes de ello, deja que decidan lo que quieren hacer.


Equivocarse

El miedo a equivocarse nos previene de probar algo nuevo, de hacernos preguntas y de intentarlo otra vez. El truco consiste en aprender del error y saber cómo mejorar. La próxima vez que tus hijos se equivoquen, en lugar de echarles la culpa o enfadarte, pregúntale por qué cree que se equivocó y qué haría para evitarlo. Ayúdale a buscar la solución. Recuerda que es importante huir de la perfección y que aprendan a responsabilizarse de sus errores.

YOGA EN EL AULA DE EDUCACIÓN INFANTIL

¿QUÉ APORTA NOS APORTA EL YOGA


¡Hola! =)
A través del yoga los niños aprenderán a relajarse en situaciones    conflictivas y serán capaces de canalizar momentos de agresividad y de  frustración.
 Esto les permitirá un dominio completo física y psiquicamente con el que  llegarán a conseguir un equilibrio total.   
      Algunos de los logros del yoga son:

1. Desarrollo y destreza de los músculos, especialmente los motores. 
2. Flexibilidad en las articulaciones.
3. Mejorar los hábitos posturales. 
4. Mejoría de los hábitos de la respiración y estimulación de la circulación sanguínea.
5. Mejora de la autoestima.
6. Perfeccionamiento de los sentidos.
7. Desarrollo de la atención, concentración, memoria e imaginación.
8. Mejora la  interacción con los demás.
9. Mejora el control de las emociones y ayuda a comprender las de los demás.

¿CÓMO PODEMOS TRABAJAR EL YOGA EN INFANTIL?


Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de programar una sesión, al igual que en
2cualquier otra actividad, es la edad de los niños; adaptándola al desarrollo psicológico y motor del pequeño. Por supuesto, también debemos prever los intereses, gustos y necesidades de nuestros alumnos.
De esta manera, podemos integrar nuestro proyecto o unidad didáctica que estemos trabajando en   el aula a nuestra sesión. ¡¡ Con un poco de imaginación todo es posible!!

¿CÓMO ESTRUCTURAR UNA SESIÓN?


  • ASAMBLEA: Como en cualquier actividad planteada, hay que hacer una pequeña introducción dónde el niñ@ pueda comprender que vamos a hacer y para qué. Según la edad de los niños podremos interactuar más con ellos y así tener más ideas sobre lo que necesitan.
  • ¿CÓMO ESTAMOS HOY? : Con una simple pregunta podemos “situarnos” en las emociones del niño; si están cansados podemos deducir que la sesión no será muy productiva, sin embargo si los niños están contentos y motivados podemos realizar una sesión muy enriquecedora.  De esta forma tan sencilla estaremos trabajando la inteligencia emocional.                                                                                                                                                                                     Para ello, podemos usar láminas de emociones, paneles de caritas… ¡¡Lo que se os ocurra!!
  • JUEGO DE RESPIRACIÓN: La respiración es una de las partes más importantes del yoga. Hasta que no exista un dominio por parte del niño, el profesor no comenzará con las posturas. Para esta parte de la sección podemos hacer uso del  Baúl del Buff.        
  • POSTURAS: Para trabajar las posturas con niños tan pequeños, debemos echar mano de algún cuento o incluso podremos inventarlo nosotros mismo. Podremos hacer la historia tan larga como queramos… y nuestros niños puedan seguir.


“Había una vez un grupo de niños y niñas que deseaban ir a la selva.  ¡¡Querían ver los animales!!              A Marcos le encantaban los leones y quería ver si eran tan fieros  como dicen.                                                          Para eso, tuvimos que coger un avión que nos llevará a la profunda selva.  
(Haremos la postura del avión tumbados boca abajo y abriendo los brazos)                                                                
Una vez en la selva, los exploradores debían andar muy despacio para no asustar a ningún                             animal. De pronto, Rubén vio a lo lejos un tigre que se preparaba para atacar a su presa.                                               (Nos ponemos a cuatro patas, y nos iremos arrastrando muy despacio.                                                                            Cuando estemos  preparados  atacaremos dando un “saltito”)                
Poco después, iban caminando cuando Teresa vio un bebé elefante, le recordó a Trompita y empezaron a cantar la canción del “Elefante Trompita”
(Separaremos las piernas, doblaremos un poquito las piernas y dejaremos caer los brazos, esta será nuestra trompa y la iremos llevando de un lado a otro…. Para niños mas mayores podemos hacer grupos de elefantes juntado las manos debajo de las piernas)”

   ….


  • RELAJACIÓN: sobre una colchoneta o esterilla nos tumbaremos boca arriba y continuaremos con una historia. Esta vez utilizaremos la magia para llevar a nuestros alumnos a un ambiente Dibujotranquilo y relajado. Podemos contar que vamos en una alfombra mágica y que tenemos que cerrar los ojos;  en este momento…¡¡dejar que vuele la imaginación!! Desde que vemos pajaritos volando hasta que hemos visto a Pocoyo jugando con una pelota.
  • RECURSOS MATERIALES Y ESPACIALES: como podéis observar no se necesitan muchas cosas para poder realizar una sesión de yoga. Lo único más importante, es disponer de una sala tranquila donde nadie nos moleste. En cuanto a materiales; podemos usar alguna pelota. Por supuesto la música ayuda mucho por lo que podemos preparar un cd con música relajada que nos ayude a llevar nuestra sesión.