¡Aquí tienes cinco pasos que funcionan de verdad!
1. Haz bien la pinza digital
Se debe tomar el lápiz o el bolígrafo de
la manera correcta. Esto es, haciendo una pinza con el dedo índice y
pulgar y apoyando el útil de escritura en el dedo corazón, sin presionar
demasiado.
Lo ideal es que los niños aprendan a realizar correctamente la pinza
cuando inician la escritura, pero si la postura se ha viciado o no llegó
a realizarse nunca, será necesario corregirla, aunque ahora cueste un
poco más: es cuestión de habituarse a la postura.
2. Deja que los renglones te guíen
¡El papel con renglones es tu mejor aliado! Los renglones te pueden
ayudar a hacer letras del tamaño y las proporciones adecuadas. Por
proporción, entendemos que una cosa es del tamaño adecuado en
comparación con otra. De modo que tu “a” minúscula debería ser la mitad
de tu “A” mayúscula.
Asegúrate de llenar completamente cada uno de los renglones. Las letras
mayúsculas deberían ocupar desde la parte inferior del renglón hasta la
parte superior. Los renglones también ayudan a enderezar las letras, en
vez de inclinarlas demasiado hacia un lado o hacia el otro. Si no
dispones de renglones, como cuando estás montando un póster, puedes
utilizar una regla y un lápiz suave para hacer varias líneas a fin de
que el título sea del tamaño adecuado y quede perfectamente recto.
3. Baja el ritmo
Si tu letra es difícil de entender o borras demasiado, prueba ir un
poco más despacio. A algunos niños, el hecho de ir más lentos les ayuda a
solucionar el problema. Cuando te aceleras, te cuesta mucho controlar
donde acabas y empiezas las letras, y cometes muchos más errores. ¿Has
borrado tan fuerte alguna vez que has acabado haciendo un agujero en el
papel? ¡Es horroroso!
4. No aprietes tanto
Algunos niños aprietan mucho cuando escriben. Esto dificulta mucho
hacer las líneas suaves necesarias para escribir bien, sobre todo cuando
se escriben letras ligeramente orientadas hacia la derecha. Intenta
tomarte las cosas con más calma, no cojas el lápiz con tanta fuerza y
trata de que el lápiz deje una marca en el papel sin necesidad de
atravesarlo. ¡Además, así romperás menos puntas de lápiz!
5. Simplemente, juega
¿Cómo puede ser? Sí, lo has oído bien. Los juegos pueden mejorar tu
letra. Multitud de juegos requieren escribir o hacer dibujos. O sea que,
a pesar de que no puedan considerarse como deberes escolares oficiales,
esos juegos te permitirán utilizar algunas habilidades necesarias para
controlar mejor el lápiz. En lo que se refiere al control fino del
movimiento de las manos, prueba juegos manuales de equilibrio (como el
de los palillos o hacer montajes alineando fichas de dominó).
Y, si quieres fortalecer los músculos que utilizas para escribir,
también lo puedes hacer practicando juegos de mesa. ¿Cómo? Utiliza unas
pinzas en vez de directamente los dedos para coger tu pieza y moverla
sobre la mesa o el tablero.
Después del juego de mesa, ¿qué tal un juego imaginativo? Simula que
eres una estrella de cine o un atleta famoso. ¿Qué tendrás que hacer
cuando tus seguidores se concentran para saludarte? Darles un autógrafo,
¡por supuesto!
Tal vez necesites ayuda adicional
Si pruebas los anteriores consejos y, aun y todo, sigues sin observar
ninguna mejora en tu letra, siempre puedes pedir ayuda. Explica tus
problemas a tu profesor o a tus padres. Algunos niños necesitan sesiones
de terapia ocupacional para mejorar la letra. Pero muchos niños mejoran
trabajando la forma de escribir con la ayuda de un adulto.
Los adultos pueden darte ánimos y ofrecerte formas divertidas de
practicar, practicar y practicar. Uno de tus padres o un profesor puede
ejercer de amable entrenador, alentándote. Y, cuando te des cuenta de
que tu caligrafía está mejorando, ¿qué deberías hacer? ¡Utilizar tu
maravillosa letra para escribirle a tu entrenador una nota de
agradecimiento!
Fuente:
http://kidshealth.org/