martes, 20 de enero de 2015

5 COSAS PELIGROSAS QUE DEBERÍAS DEJAR HACER A TUS HIJOS


Mientras las cosas que consideramos peligrosas para los niños van en aumento, disminuyen las oportunidades de que aprendan a manejarse en el mundo que les rodea. Y cuanto más se las negamos, más crecen sus ganas de probarlas. En lugar de adormecerles o tentarles, hay lecciones importantes que deben aprender. Sigue leyendo para saber qué cinco cosas peligrosas deberíamos dejarles hacer.


A Gever Tulley, fundador de la escuela Tinkering School, le interesa ayudar a los más pequeños a construir cosas, resolver problemas y emplear materiales viejos y nuevos para darles otros usos. Incluso, pone en mano de los niños herramientas eléctricas. Y es que en la escuela Tinkering School, utilizan  un contexto de ingeniería como metáfora para la vida: darles a los niños herramientas de verdad para resolver problemas de verdad  en un mundo real.  Y además, celebran cuando se equivocan.


Esto no solo les prepara para cultivar una mente crítica sino que son actividades divertidas para hacer en casa o en el exterior. Sigue leyendo para descubrir cuales son. Acuérdate siempre de utilizar tu sentido común, poner normas, reconocer sus virtudes y limitaciones y acompañarlo de tus buenos consejos.


Jugar con fuego

¿Sabías que la principal causa de incendios en el hogar son los niños? Sí y la razón principal es que aún no comprenden el peligro del fuego. Por eso es mejor que aprendan lo que es, cómo manejarlo y reconocer por qué puede ser tan peligroso. Cuales son los efectos del fuego, sus componentes, los sonidos que hace y los distintos tipos que existen son cosas importantes que podrás enseñar a los pequeños. Una buena idea es  llevarles a la estación de bomberos más próxima. ¿Quién mejor que los bomberos para ayudarte con los consejos? Dependiendo de su edad, responsabilidad y madurez emocional, y siempre bajo tu supervisión, otra opción es enseñarle por qué se enciende una cerilla. Aquí te lo explican en clave de niños.


Cuchillos y objetos cortantes

Ya sea un cuchillo o unas tijeras, manejarlas bien es imprescindible. Lecciones básicas incluyen estar a una altura suficiente para ver perfectamente lo que están cortando. Después está el cómo coger un cuchillo o unas tijeras y cómo sujetar aquello que van a cortar. Al principio, es mejor practicar con un cuchillo que no tenga filo como los de mantequilla. Bajo tu supervisión, anímales a cortar algo blando como un plátano. Aprovecha el tiempo del que dispones para cocinar para motivarles a practicar. Para saber más acerca de qué cuchillos pueden usar y las reglas básicas de su manejo, escrito especialmente para niños, lee aquí.

Tirar piedras

A los niños les encanta tirar piedras al río o lanzar objetos para ver hasta dónde llegan. Esta actividad les permite además empezar a entender las leyes básicas de la física, hacer ejercicio, prestar atención y concentrarse. Siempre bajo tu supervisión y poniendo las reglas que consideres oportunas (fijarse en que no hay nadie delante por ejemplo) , deja que se diviertan lanzando y tirando, usando una diana natural como un árbol o el agua. Además de jugar, estarán cultivando su percepción visual.

También podrás aprovechar un día en el campo o en el parque para enseñarles a cómo hacer rebotar una piedra en el río.


Desmontar cosas

Cuando tus hijos desmontan sus juguetes, no solo lo hacen por diversión. Sino porque están aprendiendo y usando su mente critica. ¿Para qué sirve esto? ¿Por qué tiene pilas? ¿Cómo funciona? Podrán empezar por los puzles, modelos o estructuras, aptas para su edad, para que experimenten con las leyes de la gravedad. Otras formas de jugar “rompiendo” incluyen escarbar en las macetas y esparcir la tierra, vaciar los cajones de la ropa o destripar un juguete para investigar su interior. Como apunta el psicoanalista Guillermo Kozameh, “cuando el niño rompe, desarma, o destripa un juguete o insecto, sus pulsiones de dominio y escópicas (tendencia a mirar), son sublimadas para investigar, curiosear, reorganizar e incorporar algo de lo que él ha fragmentado.”


Claro que hay que advertirles que si destripan un juguete o un objeto, puede que ya no funcione o no se pueda volver a armar. Una vez plenamente conscientes de ello, deja que decidan lo que quieren hacer.


Equivocarse

El miedo a equivocarse nos previene de probar algo nuevo, de hacernos preguntas y de intentarlo otra vez. El truco consiste en aprender del error y saber cómo mejorar. La próxima vez que tus hijos se equivoquen, en lugar de echarles la culpa o enfadarte, pregúntale por qué cree que se equivocó y qué haría para evitarlo. Ayúdale a buscar la solución. Recuerda que es importante huir de la perfección y que aprendan a responsabilizarse de sus errores.

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